Salir a escena sonando Here comes the sun solo puede ser sinónimo de gran noche, como así ocurrió.
Con una noche sin lluvia pero con frío atlántico, a las once y cuarto comenzaban dos horas irrepetibles en las que el músico coruñés Xoel López –acompañado de su banda– y de la mano de SON Estrella Galicia presentaba su nuevo trabajo titulado Paramales (2015), publicado a principios de este pasado verano.
Patagonia, que es la primera canción del nuevo disco, también fue la primera en escucharse y no podía ser otra, ya que para mí es la idónea para crear esa atmósfera entre Xoel y el público. En ese momento, Xoel nos cuenta que si ha tardado tantos meses en tocar en su ciudad era porque quería hacerlo en un sitio especial como es la Sala Finisterrae, agradece el estar allí con él y continúa con la canción Hombre de ninguna parte, seguida de Laberinto y Por el viejo barrio.
El nudo del repertorio está compuesto por canciones que son un canto a la morriña por algún lugar, por una época ya vivida, e incluso hasta por algún viejo amor… O al menos eso es lo que transmitieron al tocar Almas del norte, Historia universal, Yo vi a un hombre desaparecer, Caballero, Un año más, Tierra y Reconstrucción.
Se acerca el final, ya ha pasado hora y media y se escucha eso de Yo solo quería que me llevaras a bailar, pero lo estamos pasando tan bien que no queremos que El asaltante de estaciones se vaya, la gente aplaude y corea “Xoel, Xoel, Xoel, Xoel, Xoel”, no se hace de rogar mucho y vuelve a aparecer en el escenario para terminar con La casa hace ruido cuando no estás, Todo lo que merezcas y De piedras y arena mojada. Fusión, ritmo, subidas, cánticos, sonrisas, bailoteos, aplausos, morriña, percusión, alegría, nostalgia y siempre, siempre agradecimiento por todo lo que transmites en un directo, va a ser difícil olvidar esta noche.
Por @isantropia
Fotografía @luciapernas