Carmen Boza estrena el día 14 su primer álbum de estudio. Desde que la gaditana empezara en el mundo de la música hace un buen puñado de años, ha compuesto decenas de canciones que hemos podido disfrutar en trabajos como Lapislázuli (2011) o Rollitos de primavera (2012). Pero es ahora, y gracias a la plataforma de crowdfunding Verkami, cuando se ha decidido a lanzar su primer disco no autoeditado. Se llama La mansión de los espejos y recopila quince temas nuevos y algunos otros rescatados del pasado.
Carmen Boza es algo así como la voz cálida y melancólica de nuestros pensamientos subyacentes. Con ritmos entre enérgicos y pausados la sonrisa eterna de Boza se puede entrever entre cada rasgueo de cuerdas. Live The Roof se reúne con ella en el Espacio Ciento y Pico, dentro del ciclo de conciertos de Victoria Summer Acoustic Concerts. En ese momento solo quedan algunas semanas para que el nuevo trabajo vea la luz y Boza se encuentra entre nerviosa e ilusionada.
Este es uno de tus últimos conciertos antes de que La mansión de los espejos esté en la calle. ¿Cómo afrontas la salida del álbum? El disco lo he financiado con crowdfunding, en abril y fue genial. Conseguimos el 250% de lo que pedimos y reunimos un montón de pasta. Ya no es por la pasta, es por el apoyo de la gente. El disco se grabó entre mayo y julio y se mezcló y remasterizó. Antes de que salga los mecenas y toda la gente que participó en el crowdfunding lo saben todo, pero el resto de gente no sabe que voy a sacar un disco ni nada de nada. ¿Y cómo vas a lanzarlo? El disco está hecho en edición física y en vinilo/CD para los mecenas, pero ahora para el público queremos que se pueda comprar en formato físico en los conciertos. En tiendas aún no puede ser porque estoy en el punto indie de no tener discográfica. Pero estará en Spotify para que la gente lo escuche y venga a los conciertos. Siempre te has servido de la autoproducción. ¿Qué diferencias vamos a notar en este trabajo de estudio? Aunque en este disco tampoco hay un sello detrás, me he asesorado por el productor Toni Brunet que es un musicazo. Que el dinero haya venido de otro lado y que haya venido de la gente lo hace increíble. Hacer una campaña de crowdfunding y que un montón de gente ponga pasta anónima y te compren el disco anticipado sin saber lo que vas a hacer ni nada es muy especial y si cojo ese disco y después lo saco con una compañía… no me encaja mucho.
En los últimos tiempos, Verkami y otras plataformas de mecenazgo se han convertido en una salida única para diferentes artistas que han visto en el crowdfunding la única vía de financiación para dar rienda suelta a sus proyectos. En el caso de Boza, en tan solo un día la cifra propuesta (10.000 €) se vio superada con creces. El apoyo de sus seguidores se hizo patente pero antes de lanzarlo, Carmen reconoce no saber si funcionaría.
¿Cómo surgió la idea de lanzar el proyecto a través de Verkami? No tenía demasiadas expectativas. Finalmente han sido 893 personas. En ocho horas conseguimos 12.000 euros. Empezó a hacerse una bola enorme y fue como, guau, qué está pasando. En ese momento dejó de importar el número de la pasta conseguida para cobrar importancia el número de gente. Esto supone un compromiso muy importante ya que tienes que mantenerles informados, mandarles e-mails a todos, cada uno con su recompensa, fabricarlo, manipularlo a mano, preparar mil envíos…. Yo lo valoro muchísimo porque esa gente está creyendo en lo que hago. Además incluyes esa parte artística inherente a ti de hacer las cosas de forma manual y creativa. A mí me gusta hacerlo así, luego cuando estoy metida en eso salgo de ahí echando demonios, jaja. Pero para mí tiene un punto de satisfacción que eso no se paga. Todo este proceso del manipulado le da un punto más romántico pero también imposibilita hacer algo más grande en mayores cantidades. Se queda en algo muy pequeño y exclusivo y eso no está mal, está guay. Pongo una parte de mí en el trabajo manual, lo firmo a mano todo, me gusta ese rollo.
En La mansión de los espejos vamos a encontrar un nuevo sonido. Otra forma de oír a Boza. Una oportunidad de escuchar a Carmen con banda por primera vez incluso. Arroparse de músicos supone un paso más en la carrera musical de la artista.
¿Cómo te sientes de cara a este nuevo sonido que incluye el disco? He estado como un año o dos sin hacer conciertos. Paré de tocar, necesitaba hacer canciones nuevas, dejar respirar el repertorio. Ha sido bastante natural, porque me saqué la presión de tener que tocar. Estuve en un bar trabajando y pagaba de ahí el alquiler. Ha sido un proceso de escribir canciones con calma y decir “ahora me apetece grabar porque estas canciones me gustan más”. Es un proceso difícil porque así tienes que descartar temas pero me reuní con Toni y le dije: “Mira me gustan todas estas canciones”, y excepto dos o tres más antiguas del disco, todas son nuevas. También todas tienen temáticas similares en las letras y al hacerlo con Toni hemos conseguido empastar mejor todo. Cuando grabaste Rollitos de primaveras decías que te habías cansado de algunos de esos temas. Así que, las que has recuperado para La mansión de los espejos, ¿es porque te has vuelto a enamorar de ellas? Rollitos estaba ordenado cronológicamente, según las escribí. De las más modernas, como ‘Octubre’ o ‘Nana Noir’, que tienen melodías y letras más interesantes, de esas nunca me desenamoré. Las primeras es que ya no tienen mucho que ver en este momento. ¿Y qué tal el salto de cantautora a cantante con banda? ¿Tienes ganas de desprenderte del adjetivo de cantautora? No sé si tengo ganas de desprenderme de lo de “cantautora”, me da igual en realidad. Tengo muchas ganas de tocar con banda porque tocar con músicos eleva el sonido a otro nivel. Guitarra y voz he visto cientos de conciertos y tiene su punto, pero con banda hace que las canciones crezcan de otra manera, es una experiencia no solo para el público también para el propio músico. Llevo mucho tocando sola y me apetece con banda. Ahora mismo por logística no es posible mover a todas partes a una banda. Aunque vamos a hacer una gira de presentación de unos 15 bolos con banda por ciudades y luego seguiremos Toni y yo solos aparte. Lo haremos en formato dúo acústico, con Toni que tocará la eléctrica y la acústica y a lo mejor un pedal steel más folk, y yo tocaré el piano. No va a ser un formato tan al uso. Queremos reversionar el disco pero que no sea como el disco.
El disco sale ya a la venta. Algunos podrán disfrutar de la cuidada edición en físico hecha a mano por la artista, otros podrán oírlo y enamorarse de cada una de las canciones de La mansión de los espejos a través de las plataformas de streaming. Y otros podrán aprovechar la oportunidad de oírla en otros formatos y con otros sonidos en directo. Pero en esencia, lo que queda, se llama Boza.
Texto y fotos: Noelia Salcedo
@misitinerarios